“Cuéntame que tan grandes son tus sueños y te diré cuan
grande es tu Dios”, es la frase archiconocida por todos los cristianos en el
mundo, y es verdad, Dios es todo poderoso para cumplir nuestros deseos mas íntimos
como lo dice en el salmo 37. Pero ¿qué sucede cuando Dios arbitrariamente
frustra nuestros sueños y nos lleva a cumplir los suyos?
Recuerdo que alguien predico alguna vez sobre el hombre que
fue obligado a cargar una cruz, aunque el no tuviera nada que ver con ese
malhechor que ya no podía más con tan pesado castigo. Simón, así se llamaba
este hombre, tuvo que renunciar a lo que él quería para cargar con algo que no
le pertenecía.
Muy similar la historia a la de un abogado quien tenía el
sueño que hacer un gran bufete, el bufete mas reconocido de todo el país. Sin
embargo, cuando salió a la calle con ese “gran” sueño, se encontró tirado en
medio de la vereda el cuerpo de un bebe muerto y 10 dólares para que alguien le
de una “digna sepultura”; él vivía en China y encontrarse con este bebe sin
vida fue como escuchar el clamor de Dios para “alguien” haga algo para cambiar
esta realidad. Este hombre abrió un orfelinato, luego 2, luego 3 y hoy son muchísimos
los lugares donde pueden estos niños desechados tienen un hogar digno para
vivir.
Este abogado un día tuvo que renunciar a sus sueños y seguir
los latidos del corazón de Dios, y dejarse meter por El Creador en un campo de
batalla del cual nada le aseguraba que saldría vivo, pero si o si se
convertiría en un héroe.
Nunca me gusto leer
los primeros capítulos del evangelio de San Mateo, a mi parecer esa historia de
que el ángel se le apareció a María luego a José en sueños, y luego nacía Jesús
era algo que me lo sabia de memoria. Pero hace pocos días lo leí y me lleve una
gran sorpresa.
José amaba a María, era temeroso de las leyes de Dios y la había
respetado todo ese proceso de cortejo hacia ella, sus sueños de formar una
familia modelo estaban en el umbral más alto, la casi niña María se ponía cada
vez más hermosa, y tan solo imaginarla con su vestido de bodas y vivir el
primer beso era subir a la luna, caminar sobre las estrellas y abrazar al sol sin
quemarse. Una vida cómoda y apacible lo
estaba esperando.
Sin embargo un Ángel baja a la tierra un día y cambia todos
los planes. María dará a luz al hijo de Dios. Wow que tal honor, pero a la vez
que gran responsabilidad. Desde ese día todo cambio ¡Adiós a la vida tranquila!
José pasaría el resto de sus días con la critica de la gente, ¿ustedes creyeron
eso de que ese bebe es hijo de Dios? Bah! Es un hijo de pecado! José tendría de
ayudar a su esposa a dar a luz en un mísero establo y luego huir como un
delincuente a Egipto. ¿Lo que le pasaba era consecuencia de sus malas acciones?
No!, que injusta es la vida sobre los seguidores de Cristo… imagínense la vida
del padre de Cristo en la tierra.
¿Qué me dices de ti? También Dios ha frustrado tus planes? ¿También sientes que no hay escapatoria y que
Dios te está metiendo en el ojo de la
tormenta y no entiendes por qué?
Muchas veces le he dicho a Dios que quisiera otras cosas
para mi vida, pero todas esas veces lo escucho a él diciendo “¿Quieres parte de
mis planes?, confío en ti”. Esa vos que me desarma y me seduce tanto, que daría
lo que fuera por seguir con ese plan aunque sé que a veces dolerá. Y es precisamente lo que quiero decirte con
este mensaje: José con sus sueños frustrados y en medio de la tormenta estaba
cumpliendo con lo que Dios había prometido tantos años atrás.
“… y esto sucedió para que se cumpliera lo que dijeron los
profetas”
Hay tantas promesas de Dios en la Biblia para estos tiempos,
pero son necesarios los protagonistas que se cumplan esas promesas ¿Quieres ser
uno de ellos? Y ser el nuevo José del que los cielos digan: “Dios prometió esto
y el otro y a finales del siglo XX y comienzos del XXI nació un hombre, una mujer, que decidió sin miedo meterse en el
ojo de la tormenta, fue un Héroe y Heroína de Fe y desde ellos el mundo cambio…para
siempre.
Y el mismo Dios que nos metió en el ojo de la tormenta y que
uso nuestras manos y vos para cambiar las cosas, es el mismo Dios que nos
sacara victoriosos SIEMPRE VICTORIOSOS.
¿Decides meterte en el ojo de la tormenta? … No tengas miedo.
1 comentario:
Mi amigo martin, no pierdes la sana costumbre de escribir para el Señor, saludos ps que el Señor te bendiga artoo, y que pronto tengamos esa gran alegria jeje :) !!!
Eme
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